EN ENTRE RÍOS, CRECEN LAS DENUNCIAS POR GOLPIZAS Y VIOLACIONES DE MARIDOS A ESPOSAS
En menos de ocho días se tomó conocimiento de que en Paraná dos mujeres fueron severamente golpeadas y luego violadas por sus maridos.
Por más que parezca polémico para algunos sectores con postura machista, si la mujer es obligada a mantener relaciones sexuales con su esposo o concubino, lisa y llanamente es víctima de abuso sexual.
Las denuncias contra esposos autores de abusos sexuales crece, lo mismo que la participación de los organismos del Estado para que las víctimas realicen las denuncias, porque varias no prosperan por temor de las afectadas.
Debe quedar en claro que si la víctima no estampa su firma en la denuncia judicial, la investigación contra el agresor sexual no se puede iniciar por tratarse de un delito de instancia privada. El primer caso del que se tuvo conocimiento se judicializó la semana pasada, luego de que una mujer de 19 años aceptara ser asistida y contenida en el Área de la Mujer de la Provincia. Se conoció que la víctima, que vive en la zona de Jorge Newbery, fue golpeada severamente por el esposo, quien tras hacerle sentir el rigor, la obligó a mantener relaciones sexuales.
La víctima en un principio optó por no realizar la denuncia, pero una familiar ayudó a informar del suceso al organismo oficial. Tras acompañar a la mujer al hospital San Roque, se realizó la denuncia por violencia familiar. En la acción de las funcionarias de la Dirección de la Mujer quedó la sensación de que la tarea no fue completa, ya que lo dicho de modo oral no fue rubricado en la presentación judicial, por lo que la violación al no ser denunciada no pudo ser investigada por la Justicia de Instrucción. La víctima, trabajadora social de la capital entrerriana, pese a contar con un nivel de estudio universitario, tal vez sufrió el temor a la vergüenza, el miedo a la represalia del esposo o bien aún no pudo superar la sumisión y la postura de estar dependiendo de una estructura machista en el seno de su hogar. Así y todo, se logró que la mujer fuera asistida y alojada en la casa de una hermana. Mientras tanto, la investigación judicial continúa en los Tribunales de Paraná. Datos que no son menores: la víctima se encuentra embarazada de cuatro meses y es madre de una criatura de corta edad y quedaron bajo la cobertura de la Dirección de la Mujer.
La otra denuncia judicial que se investiga y que tiene directa intervención de organismos oficiales, se inició en la comisaría 14ª, donde personal localizó en la calle a una mujer de 34 años muy maltrecha con síntomas de haber sido golpeada. La señora, shoqueada por una situación que no quiso confesar, fue atendida por las oficiales de la seccional ubicada en las inmediaciones del barrio José Hernández.
Tras varias idas y venidas, la afectada contó con lujo de detalles que su concubino, un hombre de 38 años que se dedica a cirujear, la había “matado a palos” porque en un principio se resistió a mantener relaciones sexuales.
Tras agredirla, la violó y con posterioridad nuevamente la golpeó. Enterado del suceso, el juez de Instrucción en turno ordenó de inmediato trasladar a la mujer a sede policial para que realizara la denuncia en la Fiscalía de turno. Allí dejó constancia de que había sido maltratada, agredida y violada.
Sin embargo, llamó la atención que tras dejar plasmada la acusación contra el concubino, que vive en las inmediaciones del túnel subfluvial, la mujer decidió no avanzar con el trámite de rigor que era ser inspeccionada por los médicos forenses de Tribunales que debían constatar las lesiones en sus partes íntimas.
De un momento a otro la víctima se fue de Tribunales y quedó toda la sensación de que sintió miedo a seguir profundizando la denuncia contra el padre de sus hijos.
La directora de la Dirección de la Mujer de la Provincia, Alicia Vives, confirmó que se está trabajando en la asistencia, contención y asesoramiento de la mujer de 19 años. A causa de la denuncia, la funcionaria vio cómo muchas veces la ayuda oficial no es la adecuada para la contención de las víctimas.
La mujer agredida por su esposo fue derivada al Hogar Refugio perteneciente al Consejo del Menor, donde no pudo ser alojada por falta de lugar.
“Tras varias idas y venidas, finalmente se pudo alojar a la chica en la casa de una familiar, pero si esto no hubiera sido así no podríamos haber resuelto este problema”, indicó Vives, para marcar: “Por lo que sabemos estamos ahora elaborando un informe para ser elevado al ministro de Salud y Acción Social, Ángel Giano, para que sepa de las dificultades que hay en algunos organismos donde en ciertos horarios no hay personas con poder de decisión o es complicado buscar la ayuda que se debe tener desde el Estado”.
“Ante esto, es necesario agilizar los circuitos de asistencia y contención en algunos sectores públicos, realizar un protocolo de atención a la mujer maltratada o violada”, reseñó, para alertar: “Sé que el nuevo presidente del Consejo del Menor, Raúl Solanas, está trabajando intensamente para ampliar las camas en el hogar Refugio, como así también poner al organismo con toda la potencialidad de trabajo”.
Por otra parte, analizó que muchas veces las mujeres no realizan las denuncias o bien no las complementan contra sus maridos “porque tienen una gran confusión de sus derechos, ya que si ella no desea no está obligada a mantener relaciones sexuales con su marido; además para muchas de las víctimas es chocante contar lo sucedido a personas extrañas, como ser policías u otro tipo de personas desconocidas que forman parte de la investigación judicial”.
Desde el Área de la Mujer se cuenta con profesionales que de modo gratuito pueden asesorar e informar de los derechos que le asisten a las víctimas de violencia familiar y violaciones.
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